
El BCRA revela cifras récord de deuda personal. Cuánto debe cada argentino?
Endeudamiento en alza, tasas que duplican y cuadruplican la inflación, y un escenario que inquieta a empresas y consumidores


Endeudamiento en alza, tasas que duplican y cuadruplican la inflación, y un escenario que inquieta a empresas y consumidores
Nacionales25 de noviembre de 2025 Infoempresas


Tiempo de lectura: 1:45 min
La carga de deuda que enfrentan los argentinos vuelve a estar en el centro de la escena, luego de que el Banco Central difundiera su último informe, un documento que desnuda un problema creciente: cada cliente debe en promedio $5,6 millones a bancos y entidades no bancarias, un salto del 75% respecto del año pasado. La radiografía muestra una dinámica que afecta directamente al consumo, al crédito y al sistema financiero, con impacto en Empresas, comercios y emprendedores de todo el país, incluido el Chaco.
Este análisis, que combina datos del sistema bancario y del ecosistema digital, revela un endeudamiento que crece más rápido que los ingresos y que la inflación, un dato que pone en alerta a especialistas y a quienes siguen de cerca la evolución de la economía.

Según el informe del BCRA , 6,2 millones de argentinos tienen deudas tanto en bancos como en el circuito “extra bancario”. El promedio combina:
$4,4 millones adeudados con bancos tradicionales.
$1,2 millones con prestamistas no bancarios, billeteras virtuales, fintech, supermercados, cooperativas y financieras.
Hoy, 542 empresas no bancarias otorgan crédito en Argentina, y el total prestado asciende a $11 billones, con los préstamos personales creciendo 144% interanual y los créditos con tarjeta aumentando 53%.
Este segmento —dominado por fintech y cadenas comerciales— muestra además los niveles de morosidad más altos: 20% en préstamos personales, 27% en créditos para electrodomésticos y 18% en billeteras virtuales.

El contexto de tasas completa el cuadro:
Mientras la inflación anualizada se ubicaba en 23%,
Los préstamos personales de entidades no bancarias tenían una tasa nominal anual del 129%.
Las tarjetas bancarias aplicaban un 92%, cuatro veces la inflación.
Estas condiciones encarecen rápidamente la deuda, especialmente en sectores que recurren a créditos de corto plazo para consumo o para sostener el flujo financiero de pequeñas Empresas. El BCRA reconoce que el clima de apretón monetario preelectoral profundizó la presión y explicó que la flexibilización posterior de encajes busca “movilizar más dinero” y reactivar el crédito.

La mora general combinando entidades bancarias y no bancarias llega al 8,6%, pero se dispara al 15% si se analiza solo el circuito no bancario. El propio BCRA advierte que el incremento de cartera en riesgo sugiere “deterioro adicional en la calidad crediticia”, lo que podría anticipar tensiones futuras.
Para el ecosistema empresario del Chaco, este dato no es menor: una mayor mora afecta las líneas de financiamiento comercial, retrasa decisiones de inversión y condiciona el consumo interno, un componente clave para muchas pymes locales.



Endeudamiento en alza, tasas que duplican y cuadruplican la inflación, y un escenario que inquieta a empresas y consumidores

El último acuerdo salarial del gremio de Comercio define cuánto cobrarán los empleados en diciembre de 2025, incluyendo aguinaldo y el bono extra que acompaña la liquidación de fin de año. Las escalas muestran una mejora nominal, pero todavía enfrentan el desafío de la pérdida de poder adquisitivo acumulada durante el año.

Un nuevo relevamiento muestra que cada vez más provincias exhiben salarios expresados en dólares que superan los niveles promedio del país. La brecha entre jurisdicciones se amplía, empujada por actividades de alto valor agregado y por sectores que, aún sin dolarizar formalmente contratos, ajustan remuneraciones siguiendo la referencia del tipo de cambio.

Con la actualización de diciembre ya aplicada, el Salario Mínimo, Vital y Móvil quedó por debajo de la inflación acumulada y perdió capacidad de compra. Mientras tanto, el Gobierno evalúa la próxima convocatoria al Consejo del Salario, donde sindicatos y empleadores deberán acordar una nueva suba en un contexto de fuerte caída del poder adquisitivo.