

Salvador Di Stefano: “Nada que temer antes de las elecciones, el dólar ajustará a la baja”
El analista financiero sostuvo que el mercado argentino atraviesa un momento de “desconcierto más que de crisis”, y que los fundamentos económicos son más sólidos de lo que reflejan las cotizaciones. Aseguró que el Gobierno “llega a octubre con superávit fiscal, récord de depósitos en dólares y crecimiento del PBI”.
Opinión22 de octubre de 2025 Infoempresas


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Inflación, dólar y activos: una carrera pareja
En su último informe, el consultor Salvador Di Stefano comparó la evolución de los principales indicadores financieros del último año y concluyó que la inflación y la devaluación del dólar MEP mantienen una relación equilibrada.
Según sus datos, el dólar MEP cerró en $1.541,50, con una suba del 32,9% interanual, frente a una inflación minorista del 31,8% y mayorista del 24,2%.
“No parece una diferencia desmedida. Por el momento, estamos con una leve ventaja para el dólar MEP”, señaló.
Al mismo tiempo, el bono AL35D y las acciones de YPF mostraron rendimientos superiores tanto a la inflación como a la devaluación, consolidando una rentabilidad positiva en dólares.
El bono soberano, por ejemplo, rindió 5,3% anual considerando sus dos pagos de renta, mientras que YPF aumentó 35,4% en el año, superando ampliamente a la inflación.

Un sistema financiero en calma
Pese al clima electoral y las tensiones cambiarias, Di Stefano aseguró que el sistema financiero argentino atraviesa un momento de fortaleza inédita.
Los depósitos en dólares alcanzan US$ 37.375 millones, con un crecimiento del 14,8% interanual.
Los préstamos en dólares suman US$ 18.254 millones, tras subir 134,9% en los últimos 12 meses.
“Estos niveles marcan récord histórico y muestran que no existe temor entre los ahorristas. Los bancos están sólidos y los depósitos firmes”, afirmó.
El analista destacó que la confianza en el sistema financiero es consecuencia del orden fiscal y la reducción de la emisión monetaria, dos factores que consolidaron la estabilidad macro.
Superávit fiscal y reducción de deuda
Según el informe, la Tesorería Nacional registró un superávit fiscal de $2,3 billones (unos US$ 2.158 millones) en los últimos 12 meses, lo que permitió pagar intereses sin generar nueva deuda.
“Argentina tiene menos deuda que el año pasado. El stock se está reduciendo. Es muy llamativo que, aun así, muchos sigan comprando dólares antes de una elección”, observó Di Stefano.
El especialista cuestionó el sesgo pesimista del mercado local, al que definió como “fatalista por naturaleza”:
“Los argentinos vemos la posibilidad de una crisis a la vuelta de la esquina. Eso hace que, ante la duda, se compre dólar. Pero esa reacción termina agravando el problema.”

Qué puede pasar después de octubre
De acuerdo con Di Stefano, el Gobierno se prepara para un acuerdo financiero con Estados Unidos que incluiría un swap de US$ 20.000 millones y un crédito adicional del mismo monto, destinados a fortalecer las reservas del Banco Central.
“Esto no generará nueva deuda, porque la idea es que la nueva financiación sirva para cancelar pasivos existentes. De esa forma, el Banco Central recuperará liquidez sin afectar el balance general.”
Si el acuerdo se concreta, las reservas internacionales podrían alcanzar los US$ 80.000 millones, equivalentes al 80% del circulante monetario más los depósitos bancarios, un nivel sin precedentes en dos décadas.
El informe proyecta además que:
El PBI crecería 4,5% en 2025 y 3% en 2026.
La inflación interanual se ubicaría en torno al 20%.
El dólar operaría dentro de bandas de intervención entre $941 y $1.486 actuales, ampliándose a $835–$1.675 en un año.
“Nada que temer”
Con un tono optimista, Di Stefano cerró su análisis destacando que los fundamentos económicos son más sólidos de lo que el mercado percibe:
“El Gobierno llega a las elecciones con superávit, sin emisión, con reservas crecientes y con récord de depósitos. No hay razones objetivas para un salto del dólar ni para un escenario de crisis.”
El consultor pronosticó que, tras las elecciones, los activos financieros buscarán precios más altos y el dólar tenderá a la baja.
“Después de octubre viene noviembre, nada que no conozcamos. El fatalismo argentino exagera los riesgos. Hay más orden que incertidumbre.”
Para Salvador Di Stefano, la economía argentina atraviesa un momento de estabilidad relativa: sin destrucción de valor, con crecimiento moderado y superávit fiscal sostenido.
Aunque el mercado reacciona con nerviosismo ante cada elección, el analista insiste en que el sistema financiero está sólido y las reservas en expansión, por lo que “nada hay que temer”.




