

Morosidad récord en créditos familiares, llega al 5,7% la morosidad y con tendencia alcista
Según el BCRA, la irregularidad en préstamos a hogares alcanzó el nivel más alto desde 2010. Préstamos personales y tarjetas lideran el deterioro, mientras las empresas enfrentan tasas triplicadas que ponen en riesgo la cadena de pagos.
Actualidad24 de septiembre de 2025 Infoempresas


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Un récord preocupante
La morosidad en los créditos familiares llegó al 5,7% en julio, el valor más alto desde que el Banco Central comenzó a publicar la serie en 2010. En junio el registro había sido del 5,1%, lo que confirma una tendencia alcista que ya lleva nueve meses consecutivos.
El repunte coincide con un escenario de fuerte volatilidad en las tasas de interés, que frenó la expansión del crédito al sector privado y complicó la capacidad de pago de hogares y empresas.

Hogares: el golpe más duro
Los segmentos de mayor deterioro fueron los préstamos personales y las tarjetas de crédito:
Personales → del 6,5% al 7,3%.
Tarjetas → del 4,9% al 5,3%.
En los prendarios la suba fue leve (de 3,7% a 3,9%), mientras que los hipotecarios se mantuvieron sólidos, con morosidad incluso menor que en junio (0,9% frente al 1% previo).
El economista Federico González Rouco (Empiria) explicó que la causa principal es la caída en los ingresos reales:
“Las cuotas ya no se licúan como antes por la desaceleración de la inflación. Con salarios estancados, a las familias les resulta más difícil cumplir sus compromisos financieros”.
Empresas: la otra cara de la crisis
En el segmento corporativo, la morosidad alcanzó 3,2%, más del doble del mínimo reciente (1,5% en octubre 2024). Aunque el deterioro es más gradual que en las familias, preocupa el encarecimiento del financiamiento.
Los adelantos en cuenta corriente sufrieron el mayor impacto: entre julio y agosto la TNA saltó del 31% al 93%, triplicando el costo del capital de trabajo. Según la consultora C-P, los saldos de financiamiento ya cayeron en $1 billón (-10,6%) desde julio, lo que amenaza con romper la cadena de pagos si los niveles persisten.

Contexto monetario
El descalabro de tasas se aceleró tras el cambio en la política monetaria del Gobierno, que pasó a un esquema de control de agregados. Con un BCRA sin acumulación de reservas y fuerte demanda de dólares, los rendimientos en pesos se dispararon desde fines de julio.
Aunque en agosto hubo una leve baja y las tasas llegaron a rozar el 50%, en los últimos días del mes volvieron a rebotar por la inestabilidad cambiaria.
La morosidad bancaria atraviesa un pico histórico en familias y una suba sostenida en empresas. Los hogares se ven asfixiados por cuotas que ya no se diluyen con la inflación, mientras que las compañías enfrentan tasas prohibitivas que recortan financiamiento y amenazan con frenar la actividad.
El desafío para el sistema financiero y el Gobierno es contener la escalada de irregularidades sin ahogar aún más el crédito, clave para sostener consumo e inversión en una economía debilitada.




