Comprar reservas, aunque el tipo de cambio oficial no se ubique por debajo de 1000, ayudará a sostener la desinflación

El Gobierno apuesta al dólar blend para acumular reservas y mantener ancladas las expectativas sin mover el tipo de cambio oficial

Opinión05 de mayo de 2025 Domingo Cavallo
3.Domingo-Gal

Tiempo estimado de lectura: 1:30 min.

La estrategia de anclar expectativas exclusivamente con el dólar oficial está llegando a su límite. Con una inflación que afloja pero sigue siendo alta, el Gobierno avanza hacia una nueva herramienta para sostener la desinflación: la acumulación de reservas del Banco Central, sin necesidad de bajar el dólar oficial por debajo de los $1.000.

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¿La vía elegida? El tipo de cambio blend, que permite a los exportadores liquidar un 20% de sus ventas al contado con liquidación (CCL) y el 80% restante al tipo de cambio oficial. Esta fórmula, sin modificar formalmente el dólar oficial, genera un tipo de cambio implícito más alto (alrededor de $1.100), y facilita que el BCRA compre dólares sin generar tensión en el mercado cambiario.

Un Banco Central que compra, no que emite

Desde diciembre, con la asunción de Luis Caputo como ministro de Economía, el Banco Central modificó su rol: pasó de financiar al Tesoro a comprar divisas en el mercado. Resultado: más de US$11.000 millones de reservas brutas acumuladas en apenas cinco meses.

Aunque en abril las compras se desaceleraron por una menor oferta de dólares del agro, el saldo sigue siendo positivo. Este nuevo enfoque permite que el dólar oficial se mantenga estable sin perder competitividad externa, al tiempo que las expectativas inflacionarias continúan moderándose.

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Un plan que no depende sólo del dólar oficial

El enfoque monetario del Gobierno ahora combina varios factores: dólar oficial sin cambios, superávit comercial y fiscal, menor emisión monetaria y acumulación de reservas. Este combo permite que el mercado financiero mantenga la calma, los dólares financieros no se disparen, y las empresas no se vean forzadas a anticiparse a un salto devaluatorio con aumentos de precios.

El éxito de este esquema depende de sostener esa estabilidad y evitar shocks que rompan la confianza. Por ahora, el Gobierno logra hacerlo sin bajar el tipo de cambio oficial por debajo de $1.000.

¿Y qué viene ahora?

Según analistas del mercado, no se espera una devaluación abrupta en el corto plazo. Al contrario, se estima que el dólar blend continuará siendo una herramienta clave para mantener las reservas en alza y contener la inflación.

La duda es cuánto tiempo se podrá sostener esta estrategia si la demanda de pesos cae o si el ingreso de dólares pierde fuerza. Pero mientras tanto, el esquema actual funciona como un nuevo ancla inflacionaria, menos explícita, pero posiblemente más efectiva.

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