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La entidad advierte sobre competencia desigual tras la reducción de aranceles a ropa, telas e hilados anunciada por el Gobierno
Actualidad18 de marzo de 2025 InfoempresasTiempo de lectura: 1:15 minutos
La Unión Industrial Argentina (UIA) prendió las alarmas y se manifestó enérgicamente en contra del anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, de bajar drásticamente los aranceles a la importación de ropa, telas e hilados. Para la entidad, esta decisión generará una "competencia desigual y desleal" frente a la producción local y pone en riesgo a cientos de empresas y miles de empleos.
El anuncio oficial busca contener la inflación mediante una política aperturista. Las reducciones anunciadas llevarán los impuestos a la importación del 35% al 20% en ropa y calzado; de 26% a 18% en telas, y de 18% a una escala que oscila entre 12% y 16% en hilados.
Frente a esta noticia, desde la UIA calificaron la medida directamente como un “industricidio”, alertando sobre el impacto negativo para miles de industrias textiles que hoy luchan contra la inflación y un mercado interno debilitado.
El argumento central de la UIA es que esta baja de aranceles no está acompañada de políticas efectivas para mejorar la competitividad local. Según advierten desde la entidad, se genera una situación de extrema vulnerabilidad frente a las importaciones, particularmente desde países asiáticos cuyos productos ingresan a precios muy bajos debido al tipo de cambio ventajoso y a costos laborales notablemente menores.
Desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), se sumaron a la crítica y fueron contundentes al señalar que la medida implica directamente un riesgo de cierre para cientos de empresas. La situación del sector ya era delicada, dado que en febrero la inflación promedio fue del 2,4%, mientras que la indumentaria registró subas más moderadas (por debajo del promedio), mostrando que no es la responsable principal del alza de precios.
En contraste, desde el Ministerio de Economía justifican la decisión como una forma directa de aliviar la presión inflacionaria en uno de los rubros más sensibles para los consumidores argentinos. Según datos oficiales citados por Caputo, una campera cuesta en Argentina 174% más que en España y 90% más que en Brasil, mientras que una prenda promedio puede ser hasta 310% más cara que en otros mercados internacionales.
Desde el Gobierno se afirma que la reducción impositiva beneficiará directamente al bolsillo del consumidor, aumentando la competencia y reduciendo los precios finales. Sin embargo, desde la Cámara Industrial advierten que esta decisión podría conducir a la pérdida de miles de empleos en una industria que ya enfrenta desafíos estructurales severos.
La Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria fue más allá y calificó a esta política directamente de “industricidio”, destacando que la medida beneficia exclusivamente a importadores y no a las empresas argentinas que sostienen empleo genuino y producen localmente.
Este conflicto pone sobre la mesa un clásico debate económico: apertura versus proteccionismo. ¿Es posible encontrar un equilibrio que beneficie tanto a consumidores como a productores locales? Por el momento, el sector industrial pide políticas complementarias para mejorar la competitividad real antes de abrir las puertas a una invasión de productos extranjeros.
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