
Baja el desempleo, sube el autoempleo y la informalidad
Más ocupados y menos desocupación, aunque crece el trabajo en negro.


El economista de Invecq analizó la corrida cambiaria, la caída de bonos y la incertidumbre política. Cree que el Gobierno deberá rediseñar el esquema cambiario después de las elecciones y que garantizar el pago de vencimientos en 2026 sería clave para frenar la sangría.
Opinión23 de septiembre de 2025 Infoempresas


⌚ Tiempo de lectura: 1:45 min
El mercado se adelanta
Tras una semana marcada por la tensión financiera, Santiago Bulat aseguró que el mercado tomó una decisión tajante:
“No quiere ser el último en salir de Argentina”.
El dato es elocuente: en apenas tres ruedas, el BCRA vendió US$1.100 millones para sostener el dólar en el techo de la banda. Pese a los fundamentos que el Gobierno exhibe —superávit fiscal y de cuenta corriente—, los inversores miran más los flujos que los stocks. “El flujo mata al fundamento”, resumió Bulat.

Los errores de timing y las dudas políticas
El economista señaló dos factores que castigaron al mercado:
El freno en la acumulación de reservas, que hizo subir el riesgo país.
El desmanejo en la salida de las LEFIs, que generó dudas sobre la coordinación del equipo económico.
A esto se suman las internas políticas y un mal resultado electoral en la provincia de Buenos Aires, que alimentaron la percepción de riesgo.
Default en el horizonte
Bulat planteó la pregunta central:
“¿Con qué se van a pagar los bonos de enero y julio del año que viene si se están consumiendo reservas que no acumularon previamente?”
Con los bonos cotizando cerca del 40% de paridad, el default aparece como posibilidad latente. Sin embargo, una señal clara de pago de los vencimientos podría provocar un rebote inmediato en los títulos, aunque con inversores dispuestos a asumir alto riesgo.

Hacia un nuevo esquema cambiario
El analista proyecta que, gane o no un préstamo del Tesoro de EE.UU., el Gobierno deberá rediseñar el esquema:
Corrimiento de bandas cambiarias.
Acumulación de reservas.
Un tipo de cambio de equilibrio más alto, que impacte en la inflación pero sea más sostenible.
Aunque el ministro Caputo insista en mantener el sistema actual, Bulat considera que después de octubre habrá que anunciar cambios.
Política y gobernabilidad
Incluso con una buena elección legislativa, Milei no tendrá mayoría propia en el Congreso. Según Bulat, eso obligará a negociar con la oposición y los gobernadores, que ya comienzan a medir el desgaste del oficialismo.
“Cuando alguien huele sangre, va a atacar”, graficó el economista, advirtiendo que la gobernabilidad será otro desafío inmediato.
Tasas y actividad: lo peor no pasó
El ajuste fiscal fuerte ya se realizó, pero el costo en actividad aún no mostró el piso:
“En lo fiscal puede que lo peor ya haya pasado, pero en términos de actividad todavía está feo”.
La suba de la morosidad bancaria, junto a tasas de interés desfasadas y depósitos en baja, anticipa un nuevo round de tensión financiera. Además, cada venta de dólares del BCRA retira pesos del mercado, lo que presiona al alza las tasas.

El diagnóstico de Bulat es claro: la economía argentina enfrenta una tormenta donde los flujos financieros, la incertidumbre política y el desgaste social pesan más que los fundamentos. Garantizar el pago de deuda y rediseñar el esquema cambiario después de octubre aparecen como condiciones mínimas para recuperar algo de confianza.



Más ocupados y menos desocupación, aunque crece el trabajo en negro.

Se elimina la fecha límite y el canje queda habilitado de forma indefinida.

YPF sostuvo el liderazgo mientras las privadas ajustaron su estrategia en un mercado cada vez más concentrado.YPF sostuvo el liderazgo mientras las privadas ajustaron su estrategia en un mercado cada vez más concentrado.

Menos aporte estatal, tarifas más reales y un cambio estructural que impacta en hogares y empresas.