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Menos aporte estatal, tarifas más reales y un cambio estructural que impacta en hogares y empresas.
Actualidad22 de diciembre de 2025 Infoempresas


⌚ Tiempo de lectura: 2 min
El esquema de subsidios energéticos atraviesa una transformación profunda. Según proyecciones oficiales y técnicas, en 2026 los usuarios cubrirán casi el 86% del costo de la electricidad, un giro que marca uno de los cambios más relevantes del sistema tarifario argentino en décadas.
El movimiento responde a una estrategia gradual de quita de subsidios generalizados y focalización del gasto público, con el objetivo de ordenar las cuentas fiscales y enviar señales más claras de precios al sistema energético.
El contraste con años recientes es contundente. A fines de 2023, los usuarios pagaban apenas 29,4% del precio estacional de la energía, mientras que el Estado absorbía más del 70%.
Para septiembre de 2025, la relación ya se había modificado de manera sustancial:
los usuarios cubrían casi 67% del costo y el aporte estatal se reducía al 33%.
La proyección hacia 2026 profundiza esa tendencia:
cobertura promedio del usuario del 85,9%, con una participación estatal que cae a niveles mínimos en términos históricos.

El aumento en la participación del usuario no responde a un solo factor, sino a una combinación de medidas:
eliminación progresiva de límites tarifarios
definición de consumos base subsidiados
equiparación gradual entre el precio estacional y el precio mayorista
focalización del beneficio según nivel de ingresos.
El objetivo oficial es avanzar con gradualidad y previsibilidad, evitando saltos bruscos, pero sosteniendo una hoja de ruta clara desde fines de 2023.
El nuevo esquema mantiene diferencias por segmentación, aunque con menor peso del subsidio en todos los casos:
Usuarios de bajos ingresos (N2):
la cobertura del costo pasó de 8,6% en 2023 a casi 30% en 2025, y se proyecta que llegue al 44% en 2026.
Usuarios de ingresos medios (N3):
subieron de 10,7% en 2023 a 41,3% en 2025, con una proyección del 51,6% en 2026.
Si bien los subsidios no desaparecen, se reducen de forma significativa, incluso en los segmentos más protegidos.

Desde el punto de vista del Estado, la quita de subsidios energéticos cumple varios objetivos:
reducir el peso del gasto en energía
ordenar las cuentas públicas
corregir distorsiones de precios
promover un consumo más eficiente.
El Gobierno apuesta a que un sistema con precios más reales incentive inversión en el sector energético y mejore la sustentabilidad del servicio.
Para Empresas, comercios y pymes, el cambio no es menor. Tarifas más altas impactan directamente en:
costos operativos
estructura de precios
márgenes de rentabilidad
decisiones de inversión y eficiencia energética
En provincias como Chaco, donde el costo energético tiene un peso relevante en industrias, comercios y servicios, la nueva etapa obliga a revisar consumos, procesos y estrategias de ahorro.

El sendero hacia menos subsidios y más pago del usuario ya está trazado.
Si las proyecciones se cumplen, 2026 consolidará un nuevo régimen energético, con precios más cercanos al costo real y subsidios concentrados en quienes realmente los necesitan.
Para el ecosistema de InfoEmpresas, el desafío será adaptarse a este nuevo escenario, donde la energía deja de ser un precio artificialmente bajo y pasa a ser una variable clave de competitividad.



Se elimina la fecha límite y el canje queda habilitado de forma indefinida.

YPF sostuvo el liderazgo mientras las privadas ajustaron su estrategia en un mercado cada vez más concentrado.YPF sostuvo el liderazgo mientras las privadas ajustaron su estrategia en un mercado cada vez más concentrado.

Menos aporte estatal, tarifas más reales y un cambio estructural que impacta en hogares y empresas.