2026: Las jubilaciones representan casi la mitad del gasto público

El FMI anticipa que en 2026 el superávit primario subirá al 2,2% del PBI, pero el salto en el pago de intereses reducirá el resultado fiscal global a equilibrio. La estructura del gasto cambia de raíz: jubilaciones 46%, subsidios apenas 5%.

Actualidad02 de septiembre de 2025 Infoempresas
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Los números de 2026

El Staff Report también proyecta lo que pasará en 2026. Argentina lograría un superávit primario de 2,2% del PBI, gracias a un aumento de 0,6 p.p. en los ingresos totales frente a 2025. Esa mejora se explicaría por un alza de 0,7 p.p. en ingresos tributarios, una caída de 0,2 p.p. en los de seguridad social y un incremento de 0,1 p.p. en ingresos no tributarios.

En el gasto primario habría un descenso marginal (-0,05 p.p.), con jubilaciones subiendo 0,1 p.p. y subsidios al transporte cayendo 0,2 p.p..

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Ajuste real: transporte pierde, energía repunta

En términos reales, los movimientos más fuertes estarían en los subsidios:

  • Transporte: caída del -52,7%.

  • Transferencias al sector público: baja del 5,7%.

  • Subsidios a la energía: suba del 8,4%.

  • Gasto de capital: +9,7%.

  • Asistencia social: +6,7%.

  • Jubilaciones: +6,5%.

El peso de los intereses de deuda

El gran problema aparece en el gasto financiero. Los intereses de la deuda pasarían de 1,2% del PBI en 2025 a 2,2% en 2026, un salto de un punto completo. Ese incremento absorbería toda la mejora del superávit primario, llevando el resultado fiscal global a equilibrio (0% del PBI).

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Cambio en la estructura del gasto

La composición del gasto público sufrirá un giro notable entre 2023 y 2026. Las jubilaciones y pensiones pasarán de representar el 34% al 46% del gasto primario, casi la mitad del total.

En contraste, los subsidios a la energía y al transporte se reducirán drásticamente: del 11% en 2023 a apenas 5% en 2026. La inversión en capital bajará del 8% al 3% y las transferencias corrientes al sector público del 6% al 3%. El resto de las partidas mantendría proporciones similares.

La proyección del FMI para 2026 muestra un Estado que, en apariencia, logra mayor disciplina fiscal gracias al superávit primario. Pero detrás de esa foto aparece una tensión creciente: el peso de la deuda y los intereses amenaza con neutralizar cualquier mejora, mientras que las jubilaciones se transforman en el componente dominante del presupuesto.

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El equilibrio fiscal proyectado para ese año puede interpretarse como un éxito de ordenamiento, pero también como una advertencia: con menos inversión y menos subsidios, la sostenibilidad social y productiva del ajuste será la verdadera prueba.

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