

El endeudamiento impensado, casi la mitad de los argentinos compra alimentos con tarjeta de crédito
El uso de crédito en supermercados creció del 39% al 46% en un año y medio, mientras el efectivo y el débito pierden espacio. La UBA alerta sobre un consumo sostenido por deuda y ventas aún por debajo de los niveles pre-Milei.
Actualidad08 de agosto de 2025 Infoempresas


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En un contexto económico todavía inestable, un informe del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Centro RA), dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, revela un cambio drástico en los hábitos de consumo: casi la mitad de las compras de supermercado se pagan con tarjeta de crédito. El relevamiento, correspondiente a mayo de 2025, muestra que el endeudamiento se consolida como herramienta para cubrir gastos básicos.
El nuevo mapa de medios de pago
Entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, el uso de tarjetas de crédito para compras en supermercados pasó del 39% al 46%. Al mismo tiempo, las tarjetas de débito retrocedieron del 34% al 27% y el efectivo cayó del 20% al 16%.
La investigación advierte que esta migración hacia el crédito implica que más hogares dependen de financiamiento para adquirir alimentos, productos de higiene y bienes de primera necesidad, lo que evidencia la pérdida de poder adquisitivo.
Ventas: mejoras puntuales, pero sin recuperación plena
Aunque el segundo trimestre de 2025 mostró signos leves de reactivación económica, la demanda de bienes sigue débil:
Ventas de supermercados mayoristas: caída del 5% interanual en mayo, con un alza mensual menor al 1%.
Ventas de supermercados: suba interanual del 6,1%, pero con baja mensual del 1,2%.
En comparación con el inicio de la gestión Milei, y tras 29 meses de mandato, los mayoristas venden un 34% menos y los supermercados un 28% menos.
En el acumulado desde diciembre de 2023:
Supermercados: –7%.
Mayoristas: –19%.
Estrategias defensivas en el comercio
La UBA interpreta que esta brecha puede deberse a un proceso de desacumulación de stocks: los supermercados venderían mercadería comprada en períodos anteriores sin reponerla al mismo ritmo, en un contexto de incertidumbre y baja probabilidad de recuperación de la demanda en el corto plazo.
Lo que significa para el consumo interno
El diagnóstico es claro: el consumo masivo se sostiene parcialmente por deuda, mientras la capacidad real de compra de las familias sigue golpeada. La contracción persistente en las ventas mayoristas, junto con el peso creciente del financiamiento para gastos esenciales, pone en duda la posibilidad de una recuperación sostenida del mercado interno.

