Melconian sin filtro “Endeudarse es como una droga que termina mal”

⌚ Tiempo de lectura: 1:40 min.

Con su estilo directo y sin medias tintas, Carlos Melconian volvió a prender las alarmas en el escenario económico argentino. El ex titular del Banco Nación apuntó contra el gobierno de Milei por sostener una política sin ancla fiscal, profundizar el endeudamiento y mantener intervenido al dólar. “No me digas más que zafamos de la hiperinflación”, disparó.

En declaraciones radiales, Melconian planteó que el país sigue preso de una lógica de improvisación. “Se celebró el 1,5% de inflación, pero seguimos en una lógica del día a día, del corto plazo. La Argentina necesita plantar una bandera fiscal, un nuevo marco institucional”, advirtió. Y fue más allá al afirmar: “Hoy estamos viendo parches, licuadora, motosierra… pero sin rumbo a largo plazo”.

En ese contexto, cuestionó duramente el crecimiento de la deuda como estrategia para acumular reservas. “No es cierto que la deuda sea para acumular reservas sin impacto. Hay endeudamiento futuro y no se puede tapar eso”, sostuvo. Incluso señaló que el perfil de quienes conducen hoy la economía es un problema estructural: “Lo más preocupante es que los que están al mando lo llevan en la sangre. El endeudamiento les sale natural. Y eso, a la larga, es una droga que termina mal”.

También alertó sobre la política cambiaria y el mito de un mercado libre de divisas. “Hoy el dólar no es de libre flotación. Sigue el cepo. Falta el actor más importante en la demanda, que es el propio gobierno. No hay mercado real”, dijo. Además, cuestionó los anuncios de colocaciones por mil millones de dólares mensuales: “Eso no es fortalecimiento genuino de reservas, es crédito. Es como gastar con la tarjeta sin saber si vas a poder pagar”.

En clave más política, Melconian reclamó reconstruir el tejido institucional: “Cada paso económico se toma sin pensar en la arquitectura institucional. El gobierno habla solo, se encierra, no se sienta a debatir con quien piensa distinto”.

Finalmente, expresó su rechazo a la narrativa oficial basada exclusivamente en la herencia recibida: “Ya está. No me digas más que zafamos de la hiperinflación. Si vas a hablar del presente, hablá del presente”.