
Del sueldo al plato, qué se puede comprar con un salario básico promedio.
Mejoró el poder de compra en alimentos básicos, aunque el interior productivo enfrenta tensión de precios. Datos aportados por CONINAGRO


Mejoró el poder de compra en alimentos básicos, aunque el interior productivo enfrenta tensión de precios. Datos aportados por CONINAGRO
Actualidad31 de diciembre de 2025 Infoempresas


⌚ Tiempo de lectura: 2 min
Después de varios años de deterioro, el salario promedio en Argentina muestra una recuperación real frente a los alimentos básicos. Entre marzo de 2024 y octubre de 2025, el ingreso formal mejoró su capacidad de compra en productos clave de la canasta, lo que empieza a reflejarse en un repunte moderado del consumo interno.
Sin embargo, la mejora no es uniforme: mientras el consumidor recupera poder adquisitivo, productores y economías regionales enfrentan precios retrasados que presionan su rentabilidad.

El relevamiento muestra avances concretos en la capacidad de compra mensual:
Yerba mate: +85% de poder adquisitivo.
Leche: +71,7%, con más de 1.000 sachets posibles por salario.
Aceite de girasol: +34%, equivalente a 81 botellas adicionales.
Asado: +21,5%, unos 24 kilos más que un año y medio atrás.
Huevos: +34%.
Pan: +28%.
En términos prácticos, el salario alcanza para casi el doble de yerba mate que hace 18 meses, un dato simbólico en la mesa argentina.
La recuperación se dio porque los salarios crecieron más rápido que los precios mayoristas de los alimentos, lo que permitió recomponer parte del poder de compra perdido durante el ciclo inflacionario anterior.
Esta dinámica empezó a sentirse con mayor claridad entre agosto y octubre de 2025, cuando algunos rubros del consumo minorista comenzaron a mostrar señales de reactivación.
La mejora del salario no es neutra para toda la economía. El informe advierte que parte del alivio en la góndola se explica por un retraso relativo de los precios de alimentos frente a los costos reales de producción.
Algunos casos son críticos:
Arroz: caída del 43,6% en términos reales.
Papa: baja del 40,2%
Cebolla: retroceso del 25%
Estos números generan preocupación en cooperativas y productores, especialmente en regiones arroceras y hortícolas, donde los márgenes quedaron fuertemente comprimidos.
La recuperación del poder adquisitivo ayuda a explicar por qué el consumo dejó de caer con fuerza, pero todavía no alcanza para hablar de una expansión sostenida.
El comportamiento sigue siendo cauto y selectivo:
se priorizan alimentos básicos
se controla el ticket
y se posterga el gasto en bienes de mayor valor

Para Empresas, comercios y economías regionales —incluidas las del Chaco— el escenario plantea un equilibrio delicado:
mejora el volumen de ventas en alimentos
pero se tensiona la rentabilidad en origen
aparecen señales de recuperación, aunque frágiles
La clave estará en cómo se ajustan los precios relativos sin perder el incipiente repunte del consumo.

El dato central es que el salario volvió a rendir un poco más, pero lo hizo apoyado en precios contenidos en algunos alimentos. Si ese atraso se corrige sin una mejora equivalente de ingresos, el efecto podría revertirse.
La discusión de fondo no es solo salarial, sino cómo sostener una cadena agroalimentaria equilibrada, con consumidores que compren y productores que puedan invertir.
El informe confirma una noticia positiva para los hogares: el salario promedio compra más alimentos básicos. Pero también deja una advertencia: la mejora no es gratis y presiona a las economías regionales. Un equilibrio clave para la agenda de InfoEmpresas, donde consumo y producción vuelven a encontrarse.



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