

Salarios bajos para la gente, pero altos para la producción
El desfasaje entre lo que cobran los trabajadores y lo que cuesta producir amenaza la competitividad y el bienestar. Un informe de IDESA expone cómo la productividad perdió terreno al mismo ritmo que los salarios en dólares, y por qué las soluciones de fondo pasan por infraestructura, impuestos y regulaciones laborales más eficientes
Opinión01 de julio de 2025 IDESA


⌚ Tempo de lectura: 2:00 min.
Los precios en Argentina siguen elevados en dólares aun con la inflación en retroceso. Esa combinación genera una paradoja: la gente siente que sus sueldos son bajos, pero las empresas advierten que el costo laboral en dólares es alto y les quita competitividad. El dilema –¿devaluar o subir salarios?– solo parece empujar el problema de un lado al otro sin resolverlo. El último informe de IDESA ofrece contexto y números clave para comprender la disyuntiva.

Radiografía 2017 vs 2025
Salario privado registrado
2017: US$ 1 500 mensuales
2025: US$ 1 060 mensuales
Variación: –29 %
PBI por asalariado privado registrado
2017: US$ 124 000 anuales
2025: US$ 97 000 anuales
Variación: –22 %
Conclusión operativa: el trabajador promedio produce menos valor agregado que hace ocho años, por lo que un salario que ya se percibe “bajo” resulta “caro” para quien lo paga.

Por qué no alcanza con devaluar ni con aumentar paritarias
Una devaluación licuaría los salarios en dólares y mejoraría la competitividad externa, pero erosionaría el poder de compra interno.
Autorizar subas generales de salarios mejoraría el consumo, pero agravaría los costos de exportadores e industrias que compiten contra importados.
La experiencia de mediados de los ‘90 muestra salarios similares a los actuales (alrededor de US$ 1 000) con 60 % más de productividad; el problema está en el valor que genera cada empleado, no en la cotización del dólar.

Agenda mínima de reformas estructurales
Infraestructura productiva: coordinar inversiones en los tres niveles de gobierno.
Reforma tributaria: un “súper IVA” que absorba Ingresos Brutos y tasas municipales para simplificar la carga.
Regulaciones laborales modernas: permitir que las pymes se “desenganchen” de convenios colectivos obsoletos y negocien según su propia productividad.



