Reservas propias: la clave silenciosa para crecer sin crisis

Domingo Cavallo sostiene que acumular dólares genuinos en el Banco Central es esencial para estabilizar la economía, impulsar el crédito y lograr crecimiento sostenible

Opinión04 de junio de 2025 Infoempresas
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Tiempo de lectura: 1:45 min.

En plena discusión sobre la desinflación y la apertura económica, una pieza clave vuelve a la escena: las reservas propias del Banco Central. Lejos de ser un tema técnico reservado a economistas, Domingo Cavallo explica por qué acumular dólares genuinos es vital para la estabilidad, el crédito y el crecimiento de la economía argentina. Y advierte: sin eso, no habrá bimonetarismo real ni inversión privada sólida.

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¿Por qué importan tanto las reservas propias?

En una economía bimonetaria como la argentina, que convive con alta informalidad, desconfianza y crédito escaso, las reservas externas del Banco Central cumplen un rol estratégico. No solo aseguran pagos de deuda e importaciones, también sostienen la liquidez necesaria para que el sistema financiero funcione sin sobresaltos.

Cavallo remarca que la remonetización de la economía, tanto en pesos como en dólares, requiere que los bancos puedan prestar en ambas monedas con respaldo y sin trabas regulatorias. Para eso, es clave que el BCRA cuente con reservas líquidas propias, evitando corridas e incertidumbre cambiaria.

El colchón de dólares y el sistema financiero

Muchos argentinos mantienen sus ahorros en dólares “debajo del colchón” para protegerse de la inflación. El desafío, dice Cavallo, es canalizar esos dólares hacia el sistema bancario, donde puedan transformarse en crédito productivo. Si los bancos no pueden usarlos como lo hacen con los depósitos en pesos, se pierde un motor fundamental para financiar a las empresas.

Aunque se avanzó con el blanqueo y algunos incentivos fiscales, la represión financiera sobre los depósitos en dólares sigue siendo alta. Por eso, remover las restricciones cambiarias y habilitar plena competencia de monedas es parte del camino hacia una economía más sólida.

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Números que preocupan (y entusiasman)

La monetización total –sumando pesos y dólares– alcanza hoy apenas el 17% del PBI, muy por debajo de países vecinos como Brasil, Chile o Uruguay, que superan el 40%. Durante la convertibilidad, Argentina llegó al 60%.

En valores actuales:

  • Depósitos privados: USD 105.000 millones (75.000 en pesos + 30.000 en dólares).

  • Préstamos al sector privado: USD 60.000 millones en pesos y USD 15.000 millones en dólares.

Pero aún hay margen: los préstamos en dólares representan solo el 50% de los depósitos en esa moneda. El potencial de expansión es enorme si se eliminan las trabas normativas.

¿Acumular reservas frena la desinflación?

Todo lo contrario, afirma Cavallo: acumular reservas propias fortalece el proceso desinflacionario. Reduce las tasas de interés, elimina el riesgo de devaluación y mejora la previsibilidad financiera. En otras palabras, estabilidad y crecimiento sostenido sin necesidad de más shocks.

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Una condición clave para que funcione la competencia de monedas

Para que el sistema bimonetario funcione de forma estable —con competencia plena entre pesos y dólares— no alcanza con desregular: es imprescindible que el Banco Central tenga reservas propias en cantidad suficiente para cubrir la liquidez en dólares cuando sea necesario. Solo así se puede evitar el fantasma de las corridas bancarias y consolidar un sistema donde ambas monedas circulen sin privilegios ni riesgos desequilibrantes.

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