
Nuevos hábitos, bienestar y una categoría que deja de ser nicho.


El salario no alcanza y el consumo cotidiano empieza a ceder en rubros básicos.
Actualidad19 de diciembre de 2025 Infoempresas


⌚ Tiempo de lectura: 2 min
El ajuste ya no se limita a postergar compras grandes: llegó a la mesa y al ocio. Un relevamiento reciente sobre hábitos de consumo muestra que casi dos tercios de los argentinos no logra cubrir los gastos esenciales del hogar, una señal clara de deterioro del poder adquisitivo que impacta de lleno en la economía real.
Para Empresas, comercios y pymes, el dato confirma un cambio profundo en la conducta del consumidor, con efectos directos sobre ventas, rotación de stock y estrategia comercial.
Según el estudio, el 62,8% de los argentinos afirma que su salario no cubre las necesidades básicas del hogar. Dentro de ese grupo:
27,5% declara tener grandes dificultades para afrontar gastos cotidianos.
35,2% reconoce dificultades menores, pero persistentes.
Solo uno de cada tres logra cubrir sus necesidades esenciales, y apenas uno de cada diez asegura que su ingreso “alcanza bien”. La tendencia es clara: la percepción de desfasaje entre ingresos y gastos sigue en aumento.

El ajuste se traduce en decisiones concretas. En el último mes:
61,8% resignó algún consumo.
El rubro más afectado fue alimentos, bebidas y comidas en general, con el 35,3% de las menciones.
Dentro de ese grupo, el 22,7% recortó consumo de carne, un dato sensible para toda la cadena comercial.
El segundo gran recorte aparece en el ocio:
24% dejó de salir a comer afuera, ir al cine, teatro u otras actividades recreativas.
El ajuste no se detiene ahí:
12,7% recortó en ropa e indumentaria.
8% redujo gastos en telefonía, internet, TV y suscripciones.
6,9% resignó gastos vinculados a medicamentos, controles o servicios de salud.
Otro 6,9% ajustó en recreación, hobbies y deportes.
Además, 5,3% cambió su estrategia de compra, buscando marcas más baratas o promociones, una señal clara de mayor sensibilidad al precio.

Otros recortes menos frecuentes, pero significativos, incluyen:
viajes y vacaciones,
cambios en la forma de trasladarse,
mayor cuidado en el uso de servicios como luz, agua y gas.
Solo 31,8% de los encuestados afirmó no haber resignado ningún consumo, lo que confirma que el ajuste es mayoritario y transversal.
Para el ecosistema de InfoEmpresas, el informe deja varias señales clave:
el consumo se vuelve más selectivo y defensivo
los bienes esenciales ya no están blindados
el precio y las promociones ganan peso
la rotación puede sostenerse, pero con menor ticket promedio
En provincias como Chaco, donde el comercio y los servicios tienen fuerte peso en el empleo, este cambio de hábitos obliga a redefinir estrategias comerciales, ajustar surtido y mejorar propuestas de valor.

El relevamiento confirma una realidad incómoda: el ajuste dejó de ser macroeconómico y se volvió cotidiano. Menos carne, menos salidas y más control del gasto marcan el pulso del consumo de fin de año.
Para Empresas y pymes, entender este nuevo comportamiento del consumidor será clave para atravesar 2026 con menores riesgos y decisiones más ajustadas a la realidad del bolsillo argentino.



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