
Artana advierte que sin reforma laboral el rebote será corto.
Productividad estancada, salarios deteriorados y empleo sin margen para crecer.


El asesor financiero Matías Daghero advierte que las estrategias conservadoras dejaron de ser efectivas. Plazos fijos, billetes verdes y ladrillos generan pérdidas en lugar de seguridad. La clave: diversificación, largo plazo y asumir riesgos medidos.
Actualidad18 de septiembre de 2025 Infoempresas


⌚ Tiempo de lectura: 1:45 min
El fin del “inversor conservador”
En un país donde la inflación se come los ahorros y el dólar ya no es refugio seguro, la figura del inversor conservador parece perder sentido. Así lo plantea el asesor financiero Matías Daghero, quien asegura que las alternativas clásicas de protección patrimonial en Argentina —plazos fijos, dólares guardados o ladrillos— hoy resultan más destructivas que protectoras.
“La paradoja es que, en la búsqueda de evitar riesgos, muchos argentinos terminan eligiendo las opciones más destructivas para su dinero”, sostiene.

Plazos fijos: nunca le ganaron a la inflación
En los últimos 20 años, los plazos fijos jamás superaron a la inflación. Además de rendimientos negativos, inmovilizan el capital y dejan al ahorrista expuesto a cambios bruscos en tasas o en el dólar.
Dólar billete: refugio que pierde brillo
Aunque sigue siendo la alternativa preferida de muchos argentinos, el dólar tampoco es seguro. No genera rendimientos y su poder de compra se erosiona con la inflación internacional. En 2024, por ejemplo, subió apenas un 15%, frente a una inflación local del 112%.
Inmuebles: el mito de la inversión segura
El tradicional consejo de refugiarse en ladrillos se debilita con los datos:
Quienes compraron en 2019 aún no recuperan el valor de su inversión.
Los alquileres ofrecen baja rentabilidad, mientras los costos de mantenimiento y la falta de liquidez reducen el atractivo.

Bonos y ON: retornos insuficientes
Incluso los papeles en dólares de empresas de primera línea ofrecen retornos del 6-8% anual, muy por debajo de lo que necesita un argentino para mantener su poder adquisitivo en moneda dura.
Cambiar la mentalidad: de preservar a multiplicar
Para Daghero, la clave está en abandonar la obsesión por “preservar” y adoptar una mentalidad de multiplicar capital con riesgos calculados.
Recomienda:
Cedears de empresas globales como Coca-Cola o Apple.
Acciones argentinas con potencial de crecimiento.
Bonos y carteras diversificadas, diseñadas con asesoramiento profesional.
El factor tiempo es decisivo: “A un año, las acciones parecen agresivas; a diez años, dejan de serlo”, explica.
El peor error: no hacer nada
Daghero advierte que el peor error es no invertir. Dejar el dinero en el colchón o en un plazo fijo también es una decisión de inversión: la de aceptar una pérdida segura de poder adquisitivo.
“La verdadera pérdida ocurre cuando no haces nada. El camino es largo, pero cada paso en la dirección correcta acerca a la libertad financiera”, concluye.

En Argentina, la inversión conservadora no protege: condena al deterioro patrimonial. La única manera de resguardar el capital es diversificando, planificando a largo plazo y asumiendo riesgos medidos. El cambio de mentalidad es urgente para quienes quieran mantener y multiplicar su patrimonio.



Productividad estancada, salarios deteriorados y empleo sin margen para crecer.

El e-commerce internacional se consolida y el techo del consumo importado todavía parece lejos.

Respaldan la modernización, pero alertan que sin correcciones podría poner en riesgo a las pymes.