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El proyecto impulsado por el diputado Alejandro Bongiovanni propone eliminar matrículas, aranceles mínimos y restricciones para operar en el rubro. ¿Modernización del sector o una zona liberada?
Actualidad04 de agosto de 2025 Infoempresas


⌚ tiempo de lectura: 2:30 min.
Una desregulación que reaviva el debate
En un contexto donde la palabra libertad gana protagonismo en la agenda política y económica, una propuesta vuelve a sacudir el tablero del mercado inmobiliario: la Ley de Libertad Inmobiliaria. El proyecto, presentado por el diputado nacional Alejandro Bongiovanni (PRO), propone eliminar los requisitos legales actuales para ejercer como operador inmobiliario.
El texto plantea cambios de fondo: fin de la matrícula obligatoria, libertad para pactar comisiones, eliminación de aranceles mínimos, y la habilitación para ejercer sin título ni límite geográfico.
Para sus impulsores, se trata de dinamizar el mercado, reducir costos y abrir el juego a nuevos actores. Para sus detractores, un escenario de inseguridad jurídica e intrusismo profesional.

¿Quién está detrás del proyecto?
El autor de la iniciativa es Alejandro Bongiovanni, abogado, diputado nacional por el PRO y referente liberal en temas económicos. Desde la Fundación Libertad, y ahora en el Congreso, viene promoviendo una agenda de desregulación, apertura de mercados y reducción del control estatal.
En su visión, los colegios profesionales funcionan como barreras corporativas que elevan los costos de acceso a la vivienda y limitan la competencia. “Hay que dejar que el mercado funcione”, repite como mantra.
¿Qué cambia para el mercado?
La ley propone eliminar cinco grandes trabas:
Matrícula obligatoria y título universitario
Monopolio de los colegios profesionales y su capacidad sancionadora
Restricción geográfica para ejercer
Sanciones por operar sin matrícula
Aranceles mínimos y honorarios fijos
Según Jorge Amoreo Casotti, fundador de la proptech Pint y promotor del proyecto:
“Si bajamos los costos de la intermediación, eliminamos trabas burocráticas y habilitamos más competencia, se genera un entorno de mayor dinamismo, más oferta y mejor eficiencia. Eso naturalmente tiende a la baja de precios”.

Tecnología e innovación, las grandes ganadoras
Con reglas más flexibles, el proyecto busca dar un fuerte impulso a las plataformas digitales y a nuevas modalidades como los personal shoppers inmobiliarios. Estas figuras, habituales en mercados como España o EE.UU., asesoran al comprador durante todo el proceso, de manera personalizada y sin intermediarios tradicionales.
Las proptechs (startups que aplican tecnología al negocio inmobiliario) también podrían multiplicarse. Ofrecen operaciones 100% digitales, asesoramiento remoto y comisiones más bajas.
Con la ley en marcha, se abriría una nueva etapa para el sector: menos estructura tradicional, más competencia, más servicios on demand.

La reacción de los colegios: alerta y oposición
Los colegios profesionales y cámaras empresarias salieron rápidamente al cruce. Advierten que esta desregulación:
Atenta contra la profesionalización del sector
Expone al consumidor a riesgos legales y fraudes
Elimina estándares mínimos de calidad y formación
Genera una competencia desleal, al dejar obligaciones legales solo para quienes sigan matriculados
Para muchos, esto no es una modernización sino una liberalización sin red. Ya anticipan que, de avanzar el proyecto, buscarán frenar su implementación por vía judicial o a través de leyes provinciales.
¿Y ahora qué?
Mientras el Congreso comienza a debatir el texto, la grieta entre libertad de mercado y control profesional vuelve a hacerse visible. ¿Más libertad significa más oportunidades o más riesgos?
En el centro de todo, un mercado inmobiliario que necesita reactivarse, usuarios que piden mayor accesibilidad y un nuevo ecosistema digital que presiona para abrir el juego.
📌 Infoempresas seguirá de cerca este tema clave para el futuro del sector inmobiliario en Chaco y en todo el país.



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