
Lo que dejó la semana: claves económicas para comenzar con ventaja.
El rebote existe, pero avanza de forma desigual y con señales de cautela hacia 2026.


Con apenas tres años en el mercado, la empresa fundada por Delfina Roca y Joaquín Navarro revolucionó la alimentación saludable con un batido en sobres a base de frutas, vegetales y superalimentos deshidratados. Ya factura $960 millones anuales y proyecta expandirse a Latinoamérica y Europa.
Innovación05 de noviembre de 2025 Infoempresas


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Lo que empezó como una búsqueda personal de hábitos más saludables terminó en una de las startups de alimentos más prometedoras de la región.
Delfina Roca, ex ejecutiva del sector de consumo masivo, notó que la mayoría de las personas no alcanzaba a consumir las cinco porciones diarias de frutas y verduras que recomienda la OMS.
Junto a su socio Joaquín Navarro, decidieron crear una alternativa práctica y natural: un batido en polvo que, al disolverse en agua, concentra los nutrientes de frutas, vegetales y superalimentos locales .
Así nació Green Go, una marca que une alimentación funcional, sustentabilidad y tecnología alimentaria para acercar nutrición real a un público cada vez más exigente.

El producto se presenta en sobres individuales de polvo natural deshidratado, elaborado mediante un proceso de liofilización que conserva hasta el 97% de los nutrientes originales.
No requiere refrigeración, tiene vida útil de 12 meses y se prepara en segundos.
Cada sobre equivale a dos porciones de frutas y vegetales, y se puede consumir con agua, jugo o leche vegetal.
“Nuestra misión fue democratizar la alimentación saludable. Queríamos algo práctico, real y accesible”, explica Roca.
Además, Green Go trabaja con productores locales y prioriza insumos nacionales como espinaca, kale, arándanos, spirulina, chía y maca andina, reduciendo la huella de carbono y fortaleciendo economías regionales.
En solo tres años, Green Go alcanzó una facturación anual de $960 millones, con presencia en más de 2.000 puntos de venta en Argentina, incluyendo farmacias, tiendas naturales y cadenas de supermercados.
El 80% de las ventas proviene del canal online, impulsado por estrategias digitales y suscripciones mensuales.
El crecimiento fue tan acelerado que la empresa instaló su propia planta de producción en Buenos Aires, donde elabora y envasa los sobres de manera automatizada.
“Pasamos de producir 10.000 sobres al mes a más de 400.000. La demanda nos sorprendió, y el feedback de los consumidores fue clave para escalar rápido”, cuenta Navarro.

Green Go comenzó con una inversión inicial de US$80.000, aportada por los fundadores y familiares. Hoy, la compañía se encuentra en negociaciones con fondos de venture capital para financiar su expansión internacional.
Los primeros pasos serán Chile, Uruguay y Paraguay, y en 2026 planean desembarcar en España y Portugal, donde ya avanzan acuerdos con distribuidores especializados en alimentos naturales.
Además, lanzarán una línea deportiva con proteínas vegetales, y otra destinada al público infantil, con sabores adaptados y fórmulas balanceadas.
Más allá de la facturación, Green Go busca consolidarse como una empresa de impacto positivo.
El empaque de los sobres está hecho con materiales reciclables, y la marca participa en programas de educación alimentaria en escuelas y ONGs.
“Queremos ser parte del cambio de hábitos en la sociedad, no solo vender un producto. La nutrición consciente es un movimiento global”, afirma Roca.
El equipo, hoy integrado por 40 personas, combina perfiles de nutricionistas, ingenieros en alimentos, diseñadores y expertos en marketing digital, lo que explica la sólida estrategia detrás del crecimiento.

Green Go es un ejemplo claro de cómo la innovación puede transformar una necesidad cotidiana en un negocio escalable.
Con su fórmula práctica, saludable y sustentable, la startup argentina logró unir tecnología, propósito y rentabilidad, posicionándose como una de las marcas más disruptivas del nuevo ecosistema de alimentos funcionales.



El rebote existe, pero avanza de forma desigual y con señales de cautela hacia 2026.