

De la papa a la carne premium, un modelo de negocios chaqueño que genera futuro
Del depósito de papas al modelo agroindustrial: la familia Ortiz diversificó sus negocios, generó empleo y apostó por una producción sustentable que hoy inspira a todo el NEA
Sáenz Peña23 de julio de 2025 Infoempresas


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Tradición familiar, visión moderna
Lo que empezó en 1993 como un depósito de papas y cebollas, se transformó con los años en un grupo de negocios con identidad chaqueña. Bajo el nombre “Los Gallegos”, la familia Ortiz consolidó un modelo que combina tradición agrícola, venta mayorista, logística local y ahora también una verdulería minorista con fuerte arraigo barrial.
Pero eso fue solo el inicio. Con la incorporación de Soledad y Dante —segunda generación y profesionales formados— el enfoque cambió: orden administrativo, control de personal y gestión de calidad se volvieron pilares del crecimiento.
Campo modelo y sustentabilidad real
El campo familiar no es cualquier campo. Se convirtió en un espacio de referencia para estudiantes y técnicos, gracias a una producción sustentable que incluye ganadería regenerativa, rotación de pasturas y alimentación biológica sin residuos vegetales.
"Cada corte de carne que ofrecemos está hecho con conciencia ambiental. Nuestra etiqueta lleva el sello eco-sustentable y nutrido, porque es real", afirman con orgullo. La trazabilidad no es un concepto: es una práctica diaria desde el origen del animal hasta el consumidor final.
Empleo local y capital humano
Don Juan Carnes y Los Gallegos no solo venden productos: generan trabajo real. Hoy, 15 familias viven del emprendimiento, con personal que fue formado desde cero y sigue firme desde el primer día.
“El mayor orgullo no es solo vender más, sino ver cómo crecen las personas con nosotros. Apostamos al arraigo y al desarrollo de nuestra comunidad”, destacan.
Además, el trabajo en equipo y el reparto de roles es claro: Soledad administra y planifica, mientras Dante lidera la parte productiva. Con reuniones periódicas y toma de decisiones conjunta, lograron profesionalizar una PyME sin perder su esencia familiar.
Proyectos en marcha y futuro a la vista
¿Y qué sigue? Mucho. El crecimiento no se detiene: ya analizan incorporar carne caprina envasada, explorando una nueva demanda con potencial en la región. También tienen en carpeta la producción de hamburguesas, para aprovechar cortes de recorte y sumar valor agregado con infraestructura adecuada.
“El futuro está en agregar valor, pensar sustentable y no tener miedo de innovar”, resumen. Y lo están haciendo, paso a paso, desde el corazón productivo del Chaco.

