El crédito crece más rápido que los ingresos en los hogares argentinos. Aumenta el consumo, pero también la morosidad. ¿Estamos ante una bomba de tiempo?
Nacionales29 de mayo de 2025 Infoempresas
Tiempo de lectura: 1:40 min.
Las billeteras virtuales democratizaron el acceso al crédito, pero en un país donde los ingresos caen y la inflación persiste, esta expansión despierta señales de alarma. Hoy, las familias argentinas se endeudan como no lo hacían desde 2018, y muchas lo hacen simplemente para llegar a fin de mes.
El auge del crédito y la caída de ingresos: un cóctel explosivo
El endeudamiento familiar en Argentina alcanzó el 5% del PBI en marzo de 2025, según EcoGo, duplicando el nivel de hace un año y acercándose al máximo histórico de 6,2% registrado en 2018. Este boom está motorizado por el crecimiento del crédito no bancario —como el que otorgan billeteras virtuales—, que ya representa el 12,9% del total y creció un 101% interanual.
Sin embargo, esta expansión crediticia no viene sola: la morosidad subió al 10,4%, un punto más que el mes anterior, y más de 3 puntos por encima del piso alcanzado en noviembre. Además, el ingreso disponible de los hogares cayó un 1,3% en el primer trimestre de 2025, arrastrado por el retroceso de los salarios reales formales.
¿El crédito como salvavidas o como trampa?
Para muchas familias, el crédito es hoy la forma de sostener el consumo. Electrodomésticos, autos e incluso gastos cotidianos se financian a cuotas. En el AMBA, los ingresos reales tocaron en marzo su nivel más bajo desde agosto de 2024. Aun así, la venta de autos 0 km alcanzó las 54.000 unidades en abril, el mejor registro en siete años, gracias a promociones de fábricas con tasas cero.
En paralelo, el sector inmobiliario también muestra signos de repunte: las escrituras crecieron un 50,5% interanual en CABA, con una participación del crédito del 31,75%, la más alta desde el regreso de los préstamos hipotecarios.
¿Hasta cuándo puede sostenerse esta dinámica?
El crecimiento del crédito supera incluso a la inflación: en abril subió un 4% real, especialmente en préstamos personales, prendarios e hipotecarios. Pero el verdadero interrogante es cómo responderán las familias ante un contexto de ingresos estancados y presión inflacionaria.
Desde EcoGo advierten que el crédito no bancario ya equivale a entre el 20% y el 30% del ingreso mensual de los hogares, y en el caso de trabajadores informales, llega a representar el equivalente a más de un mes entero de ingresos.
Mientras tanto, la actividad económica se contrajo 1,8% en marzo, según el INDEC. El crédito sigue creciendo, pero cada vez con más riesgo. Y aunque todavía Argentina está lejos de países como Chile, donde el crédito al consumo alcanza el 99% del PBI, la tendencia local merece atención.
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