

Chau cepo: se abre un nuevo juego para bonos, acciones y empresas
Con un paquete de U$S 23.000 millones, el Gobierno da inicio a una nueva era cambiaria. Menos riesgo país, más oportunidades de inversión y un mensaje claro al mercado: llegó el momento de jugar fuerte
Opinión15 de abril de 2025 Salvador Di Stefano


Tiempo de lectura: 1:30 min.
Comienza una nueva etapa para la economía argentina
Una caja de conversión con bandas, superávit fiscal, sin emisión monetaria y una salida escalonada del cepo. Así se presenta el nuevo esquema cambiario que impulsa el Gobierno, con el ambicioso objetivo de reducir drásticamente el riesgo país y atraer capitales al circuito formal.
Los números impresionan: U$S 23.000 millones entre desembolsos del FMI, organismos internacionales y repos bancarios llegarán en 2025. Con esto, las reservas podrían alcanzar los U$S 47.000 millones, rozando los U$S 50.000 millones, un hito no visto en años. Y para 2026, se espera un refuerzo de U$S 5.000 millones más del Fondo.
Inversiones, tasas y dólar: el nuevo tablero
Bonos, acciones y bancos salen beneficiados. Con una baja esperada del riesgo país a 200 puntos, un bono como el AL35 podría subir hasta un 45% en dólares. El mercado accionario también recibiría un shock positivo: la menor tasa de descuento esperada aumentaría la capitalización bursátil.
En paralelo, la tasa en pesos bajaría, y la tasa en dólares subiría, alineándose con la de EE.UU. Esto genera oportunidades para quienes colocan fondos en moneda dura.
Además, la eliminación del cepo en capas libera el movimiento de capitales. Para el turismo, se mantiene el dólar turista; para dividendos anteriores, aparece el Bopreal como herramienta para girar divisas.
Campo, energía y empresas: quién gana y quién pierde
La energía y el agro vivirán escenarios bien distintos. Mientras las empresas energéticas tienen margen para una revalorización importante, el campo podría sufrir si en julio vuelven las retenciones que hoy están suspendidas. Quien no liquide a tiempo podría quedar atrapado.
Las empresas que producen bienes transables deberán mejorar su productividad para competir con un dólar más bajo dentro de la banda cambiaria.
En este nuevo esquema, los bancos se perfilan como grandes ganadores, mientras que las empresas que dependen del mercado interno aún enfrentan el desafío de una alta presión impositiva, que recorta su rentabilidad.
Un cambio de era
Argentina gana previsibilidad cambiaria y financiera, lo cual podría traducirse en una mejora de la calificación crediticia. Sin embargo, el trabajo no está terminado: la reducción de impuestos y mejoras estructurales siguen siendo una deuda pendiente.
Para empresarios y emprendedores, este escenario es una llamada de atención y oportunidad: el momento de repensar estrategias, optimizar inversiones y seguir de cerca la evolución del dólar, las tasas y el riesgo país.

