Te Invito: un sueño compartido que conquistó a una ciudad

En un pequeño rincón de Sáenz Peña, un sueño compartido por dos emprendedoras se transformó en una realidad que ha capturado los corazones de la comunidad. "Te Invito" no es solo una casa de té; es el reflejo de la perseverancia, la innovación y el compromiso con la calidad, en un contexto donde muchos otros negocios sucumbían a las dificultades económicas provocadas por la pandemia.

El origen de la idea: Una conversación casual que cambió todo

La historia de "Te Invito" comenzó de manera sencilla, como un servicio de té a domicilio. Las fundadoras, motivadas por un deseo compartido en diferentes etapas de sus vidas, comenzaron a gestar la idea durante una conversación casual. Una de ellas soñaba con tener una casa de té, mientras que la otra veía en este proyecto la oportunidad de desarrollar algo más allá de lo que ofrecían hasta entonces. Así nació "Te Invito a Dulces Celebraciones", un servicio que rápidamente se convirtió en un éxito.

De la idea a la realidad: Superando las barreras de la pandemia

El siguiente paso lógico fue abrir un local propio. Aunque inicialmente tenían en mente un pequeño espacio con apenas unas pocas mesas, el proyecto evolucionó rápidamente. En medio de los preparativos para abrir, la pandemia de COVID-19 golpeó a Argentina. A pesar de las circunstancias adversas, las emprendedoras decidieron seguir adelante. “La pandemia estaba en el mundo, pero no acá en Argentina cuando alquilamos el local. Y luego, cuando todo se cerró, ya estábamos en pleno desarrollo de la cafetería,” comentan.

Gracias a su perseverancia y al hecho de que operaban en un rubro esencial, pudieron abrir con un servicio limitado. Sin empleados y con la ayuda de familiares, "Te Invito" comenzó su andadura en un contexto de gran incertidumbre. Este primer paso resultó fundamental para establecerse en el mercado local.

El éxito del nuevo local: Creciendo junto a la demanda

La respuesta de la comunidad fue abrumadoramente positiva. Durante casi cuatro años en su primer local, los clientes les pedían constantemente un espacio más amplio y abierto. “Todos los días nos decían: ¡les quedó chico el local!” relatan las dueñas. La apertura del nuevo local, con un patio y un frente abierto, no solo respondió a esa demanda, sino que también reforzó el vínculo con la comunidad, que valora el esfuerzo por ofrecer algo nuevo y atractivo en la ciudad.

La receta del éxito: Calidad, autenticidad y conexión con el cliente

El corazón de "Te Invito" es la calidad innegociable de sus productos y la autenticidad que impregna cada detalle. “Elegimos las recetas según lo que a nosotros nos gustaría comer. La calidad es algo que no se discute, y la autenticidad radica en que todo lo elaboramos nosotras,” explican. Este enfoque ha generado una relación cercana y de confianza con los clientes, quienes valoran el trato personal y la dedicación que las dueñas ponen en cada aspecto del negocio.

La conexión diaria con el cliente es otra de las claves. “Estamos nosotras, siempre presentes, y eso es lo que más le gusta a la gente. Ven que estamos ahí, probando, mejorando, y eso marca la diferencia,” afirman.

Proyecciones a futuro: Soñando en grande sin perder el enfoque

A pesar de los éxitos alcanzados, las fundadoras de "Te Invito" no se conforman. Sueñan con expandirse a otras localidades y prolongar el horario de atención para ofrecer un mejor servicio. “Queremos que nuestro patio tenga más protagonismo, y estamos pensando en cómo adaptarlo para el verano", adelantan. A largo plazo, los planes incluyen mantener siempre la pastelería como el eje central del negocio, asegurando que la buena atención y la calidad sigan siendo sus principales distintivos.

"Te Invito" es un ejemplo tangible de cómo la pasión, la dedicación y una visión clara pueden convertir un sueño en una realidad próspera. En un entorno de adversidad, estas dos emprendedoras han demostrado que es posible no solo sobrevivir, sino también crecer y consolidarse, creando un impacto positivo en su comunidad.