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Según un informe de Focus Market, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) permitió aprobar proyectos por más de US$15.700 millones desde su implementación en julio de 2024, concentrados en energía y minería. Sin embargo, las PyMEs locales —que generan más del 60% del empleo formal— enfrentan un escenario de alta presión fiscal, escaso crédito y costos operativos que las alejan de los beneficios que disfrutan las grandes corporaciones extranjeras.
Actualidad12 de noviembre de 2025 Infoempresas


⌚ Tiempo de lectura: 2 min
El informe detalla que el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) se consolidó como la principal herramienta del Gobierno para atraer capitales internacionales.
El programa ofrece beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios, además de estabilidad normativa por 30 años, y apunta a proyectos intensivos en capital y de largo plazo, donde la previsibilidad es decisiva.
“El RIGI se transformó en el motor de arranque de la inversión extranjera. Ahora el desafío es cómo lograr que el crecimiento también alcance a las PyMEs locales”, explicó Damián Di Pace, director de Focus Market.
Los proyectos aprobados superan los US$15.700 millones, concentrados en energía, minería e infraestructura. Entre los incentivos figuran:
Reducción del Impuesto a las Ganancias del 35% al 25%.
Exención gradual de retenciones a la exportación.
Eliminación de aranceles a la importación de bienes de capital.
Libre disponibilidad de divisas generadas por los proyectos.

Mientras las grandes corporaciones acceden a beneficios excepcionales, las PyMEs locales —que representan el 99% del tejido empresarial argentino— enfrentan un panorama muy distinto:
Presión fiscal efectiva: ronda el 45%.
Apertura de una empresa: requiere en promedio 4.500 horas de trámites.
Mantenimiento anual de la formalidad: demanda otras 2.100 horas, uno de los niveles más altos de la región.
Tarifa promedio de energía industrial: US$96 por MWh, superior al de países vecinos.
En 2025, 62.116 PyMEs accedieron a financiamiento respaldado por Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) y fondos públicos, pero el número sigue siendo insuficiente frente a más de 600.000 firmas registradas.
“El contraste con el RIGI muestra una desigualdad estructural. Mientras los grandes inversores gozan de estabilidad fiscal y libertad cambiaria, las PyMEs locales enfrentan burocracia, rigidez laboral y falta de crédito competitivo”, señala el informe.
El documento recuerda que el Congreso aún no trató el proyecto RIMI (Régimen de Incentivo a las Micro, Pequeñas y Medianas Inversiones), presentado en noviembre de 2024 bajo la iniciativa “Promoción de Inversiones y Empleo”.
El RIMI prevé inversiones desde US$150.000 (microempresas) hasta US$30 millones (medianas y grandes), con beneficios tales como:
Amortización acelerada de inversiones.
Devolución anticipada del IVA.
Exención temporal de retenciones a la exportación.
Reducción del IVA energético para proyectos agroindustriales.
Además, incluye incentivos a la reinvención tecnológica, la participación en cadenas de valor y la digitalización productiva.

Focus Market propone avanzar con una versión local del régimen de incentivos, basada en seis principios:
Simplificación tributaria: unificar cargas y eliminar tasas en cascada.
Estabilidad fiscal por 10 años: evitar nuevos impuestos o cambios abruptos.
Acceso real al crédito: ampliar líneas en moneda local y extranjera.
Beneficios por reinversión: exención o diferimiento de Ganancias sobre utilidades reinvertidas.
Estímulo a las exportaciones y encadenamientos productivos.
Apoyo a la digitalización y capacitación tecnológica.
“No se trata de privilegios, sino de equiparar condiciones. Si los incentivos funcionan para el capital extranjero, también deberían aplicarse a quienes generan empleo local”, concluye Di Pace.

El estudio estima que el ahorro privado argentino —entre depósitos y efectivo fuera del sistema— supera los US$250.000 millones.
Movilizar solo el 5% o 10% de esos fondos hacia inversión productiva local podría traducirse en US$12.000 a 25.000 millones, con fuerte impacto en el empleo y la competitividad.



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