

¿Por qué Shein y Temu ponen en jaque a las pymes argentinas?
Un estudio de Focus Market, dirigido por Damián Di Pace, advierte que las plataformas asiáticas Shein y Temu están transformando los hábitos de consumo en Argentina y desplazando a las marcas locales. La diferencia de precios llega hasta el 70%, impulsada por dumping, costos logísticos mínimos y un esquema impositivo que asfixia a las pymes.
Actualidad10 de octubre de 2025 Infoempresas


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Competir por precio, no por productividad
En su nuevo informe, Focus Market sostiene que la competitividad argentina “no se gana por reformas estructurales ni mejoras de productividad, sino por un viejo mecanismo: la depreciación del peso”.
Según el estudio, este tipo de competitividad es “frágil y efímera”, ya que no soluciona los problemas estructurales de las pymes, atrapadas entre impuestos elevados, costos laborales crecientes y un mercado cada vez más expuesto al comercio digital global.
“El desembarco de plataformas como Shein y Temu profundiza el desafío: ofrecen precios imposibles de igualar y están cambiando los hábitos de consumo de miles de argentinos”, explicó Damián Di Pace, director de la consultora.

Un fenómeno que crece a ritmo récord
Durante el primer semestre de 2025, los argentinos gastaron más de 1.500 millones de dólares en ropa y accesorios importados, alcanzando un récord histórico en compras al exterior.
El informe detalla que Shein y Temu concentran buena parte de ese volumen, impulsadas por una agresiva política de descuentos, promociones y envíos gratuitos.
En Shein, son frecuentes rebajas del 40% y envíos gratis desde US$ 20.
En Temu, el sistema obliga a igualar precios entre vendedores, garantizando el valor más bajo del mercado, con envíos gratis a partir de $33.000.
La brecha de precios es abrumadora
El estudio expone ejemplos contundentes:
👚 Una blusa de mujer cuesta $43.590 en Shein o $27.000 en Temu, mientras que una marca argentina ofrece un modelo comparable a $140.000.
Incluso considerando costos de envío, las plataformas internacionales resultan hasta un 70% más baratas que las locales.
“El consumidor promedio, enfrentado a estas diferencias, difícilmente priorice el producto nacional salvo que encuentre un valor agregado fuerte en calidad o diseño”, advierte el informe.
El costo argentino: impuestos que asfixian
Focus Market subraya que el problema no se limita a los precios base, sino a la carga impositiva que enfrentan las pymes locales.
Un fabricante textil argentino debe soportar una estructura tributaria que erosiona su rentabilidad antes de producir:
IVA: 21%
Ingresos Brutos: ~5%
Impuesto a las Ganancias: 27–35%
Impuesto al Débito y Crédito: 0,6% por cada movimiento bancario
Tasas municipales: hasta 2%
Percepciones y retenciones bancarias: generan un drenaje de liquidez y obligan a financiar operaciones corrientes
“En algunos casos, las retenciones superan incluso el monto abonado de IVA”, sostiene el informe.

La reacción del Estado: controles y límites
Ante la avalancha de compras digitales, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) implementó nuevas restricciones:
Máximo de 3 unidades idénticas por envío.
Peso máximo de 50 kilos y valor de US$ 3.000 por operación.
12 envíos anuales con franquicia de US$ 50 libres de impuestos.
El excedente tributa 50% sobre el valor declarado, más tasas de servicio y almacenaje del Correo Argentino.
La medida busca frenar la “importación hormiga” y garantizar que las compras personales no se conviertan en importaciones encubiertas.
Sin embargo, las plataformas continúan operando con miles de pequeños envíos diarios, aprovechando los resquicios del sistema.
El efecto Trump y la sobreoferta global
El escenario internacional también empieza a presionar.
En agosto, el gobierno de Donald Trump eliminó la exención arancelaria conocida como cláusula de minimis (para envíos de menos de US$ 800).
Desde entonces, todas las importaciones de bajo valor pagan aranceles en Estados Unidos, generando un excedente de producción asiática que busca nuevos destinos, entre ellos América Latina.
Esto implica más oferta china a precios de liquidación y una competencia todavía más dura para los fabricantes argentinos.
El riesgo: un país sin industria local
“La pregunta de fondo es si la Argentina está dispuesta a sostener a sus pymes, que generan más del 50% del empleo privado, con reglas que les permitan competir en un mercado global cada vez más desafiante”, reflexiona Di Pace.
Focus Market advierte que si no se implementan medidas estructurales —como alivio fiscal, simplificación tributaria y estímulos a la producción— el país corre el riesgo de ver una desaparición progresiva del entramado industrial.
Mientras los consumidores eligen precios bajos en plataformas internacionales, la producción nacional se achica, resigna empleo y pierde competitividad.
La “importación hormiga” ya no es una anécdota de compradores digitales: es una tendencia estructural que redefine el comercio argentino.
Si la brecha impositiva y la falta de incentivos persisten, el futuro del sector pyme podría quedar condicionado por un mercado global que ya no compite por productividad, sino por asimetrías fiscales.




