

Cuánto gastan los argentinos en plataformas chinas
Un dato que crece mes a mes y refleja cómo cambian los hábitos de consumo en tiempos de "dólar barato" y apertura comercial. Desde Shein a Temu, el fenómeno que impacta en el comercio local y revela una nueva dinámica en las importaciones
23 de julio de 2025 Infoempresas


⌚ Tiempo de lectura: 1:50 min.
Cada vez más argentinos compran productos en plataformas chinas como Shein y Temu. Lo hacen con un clic, desde el celular, y los reciben en casa en menos de un mes. Y si bien parece una moda, los números muestran que ya es una tendencia consolidada.
Según un informe de la consultora EconViews, las compras desde China vía couriers sumaron u$s 72 millones solo en junio, y acumulan u$s 315 millones en el primer semestre de 2025. El dato no es menor: las importaciones de bienes de consumo crecieron un 150% interanual, de acuerdo con registros del Indec.
Este boom tiene nombre y apellido: puerta a puerta, apertura comercial y un tipo de cambio real competitivo. Desde la ampliación del límite para compras en noviembre de 2024, se multiplicaron los pedidos minoristas al gigante asiático. Y no es solo ropa: también electrónica, artículos para el hogar, gadgets, herramientas y más.
¿Por qué es tan barato?
Importar desde China hoy cuesta menos que producir localmente en muchos casos. Y eso no solo afecta al comercio, sino también a la industria argentina. La explicación es económica: con un tipo de cambio bajo en términos reales, importar es más rentable. A eso se suma la necesidad de muchos argentinos de ahorrar en cada gasto, lo que los lleva a buscar ofertas internacionales incluso en productos que antes se compraban en el barrio.
En lo que respecta al volumen y la distribución geográfica, durante los primeros cuatro meses de 2025 se registraron 402.646 envíos, por un valor total de u$s 59,8 millones, lo que representa más del doble de lo importado por courier en todo 2024. El 43,6 % de esos envíos tuvo como destino la provincia de Buenos Aires, seguida por la Ciudad de Buenos Aires (15 %), Córdoba (8 %), Santa Fe (3,2 %) y Mendoza (2,8 %). Esto muestra que el fenómeno no solo crece en términos absolutos, sino que también está concentrado en las principales zonas urbanas y centros de consumo del país.
En términos regulatorios, el impulso definitivo llegó cuando se eliminaron aranceles para compras de hasta u$s 400, se elevó el límite por envío a u$s 3.000 y se eximió de muchos trámites aduaneros. Estas medidas, combinadas con el contraste entre el dólar “barato” y los elevados precios locales, provocaron que importar resulte hasta un 100 % más económico que comprar artículos tecnológicos o del hogar en la Argentina. Sin embargo, este escenario también puso en jaque a los comercios de cercanía, muchos de los cuales sufrieron cierres o disminuciones de venta, en tanto que el comercio electrónico y las importaciones por courier aceleraron su crecimiento.
¿Y ahora qué?
Si bien estas cifras representan una pequeña parte del total de importaciones, sirven como termómetro del comportamiento del consumidor argentino. Y abren preguntas clave:
¿Qué pasa con el comercio local?
¿Cómo compiten las pymes ante esta avalancha de productos baratos?
¿Podrán adaptarse o quedarán relegadas?

