Casa de León 3.0: expansión, Disensa, comercio digital y legado familiar desde el corazón del Chaco

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Casa de León no es solo una ferretería. Es un ejemplo vivo de cómo una empresa familiar puede adaptarse a los cambios sin perder sus valores. Desde Sáenz Peña, esta firma chaqueña se convirtió en el primer Disensa Max del país en una ciudad del interior, una distinción que premia no solo el volumen de ventas, sino también la capacidad de gestión, la visión de largo plazo y la presencia de una tercera generación comprometida.

¿Cómo se logra esto? Con trabajo diario, escucha activa y una combinación justa entre experiencia y renovación.

La tecnología como aliada, no como amenaza

“Después de la pandemia todo hizo un click”, cuenta Juanchy. Casa de León incorporó redes sociales como canal habitual de ventas y atención al cliente. “A las 10 de la noche te escriben por WhatsApp para preguntar un precio. Y hay que responder al toque”, asegura.

Además, están trabajando en una plataforma propia de e-commerce de la firma Disensa, para integrar su sistema de gestión y digitalizar todo el catálogo. “Va a ser un mostrador virtual para estar donde el cliente está”, explica.

La tercera generación ya está al mando

Lucas, Nicolás y Tommy —los hijos de Juanchy— se sumaron naturalmente a la empresa. Cada uno eligió su lugar y asumió responsabilidades distintas. “No se les dijo qué hacer, cada uno fue encontrando su espacio”, cuenta Juanchy, con orgullo visible.

La participación activa de la nueva generación fue una de las razones clave por las que Disensa otorgó la categoría Max. La otra fue la ubicación estratégica: Sáenz Peña, en la intersección de las rutas 16 y 95, con influencia directa en buena parte del Chaco.

Nueva sucursal, misma filosofía

Antes de fin de año, Casa de León abrirá una nueva boca de expendio en la zona sur de la ciudad, una expansión pensada para acercarse a barrios donde la gente ya no cruza toda la ciudad para hacer sus compras. “Hay que estar cerca del cliente, aunque no tenga redes sociales”, afirma Juanchy.

La apertura de esta sucursal se da en un contexto económico aún inestable, pero con algunos signos de recuperación. “No es una mejora rápida, pero mes a mes vemos pequeños avances”, analiza. Incluso se reactivó la repavimentación de la ruta 95, un dato que aporta optimismo.

Una pyme con alma, y con futuro

Casa de León tiene hoy 15 empleados directos y cerca de 30 indirectos, muchos con décadas en la firma. “Tengo empleados que están hace 35 años conmigo”, dice Juanchy. Para él, el respeto y el vínculo personal son pilares innegociables. “Soy muy celoso de mi gente. No son un número más, son parte de la familia”.

Mientras el negocio crece y se digitaliza, él sigue siendo el primero en abrir el local cada mañana. “Uno se puede ir tranquilo sabiendo que las cosas siguen andando”, dice, emocionado. El mismo que hace 40 años transmitía por FM pirata, hoy lidera una pyme moderna, profesional y profundamente humana.